Para el excanciller, Nicolás Maduro se ha debilitado internacionalmente, pero internamente mantiene su fuerza represiva. Analiza el rol de Cuba, la ambigüedad de Estados Unidos, la finta de Colombia, Brasil y México y, sobre todo, lo que le depara al Perú de Dina Boluarte.
Entrevista para Peru21 Fecha Actualización 11/08/2024 – 07:55
Usted dijo que obviamente era ingenuo pensar que todo iba a terminar con el triunfo electoral de la oposición en Venezuela.
Esencialmente la represión surte efecto. María Corina Machado y Edmundo González, especialmente ella, ha enviado una alocución grabada a los venezolanos en la cual dice que hay momentos para hacer una pausa para plantear las estrategias y conversar con los aliados. Y entonces evidentemente eso significa que es muy difícil lograr el reconocimiento de González como presidente de Venezuela. Más aún cuando los amigos del chavismo, como son los regímenes de Colombia, México y Brasil, fungen de mediadores o de realizar buenos oficios entre los representantes de la oposición y el gobierno para lograr algún tipo de arreglo, cosa que naturalmente no ha tenido éxito porque nadie confía en nadie, puesto que el gobierno violó los acuerdos de Barbados en 2023 para tener elecciones limpias. Fue una ingenuidad de la oposición creer que Nicolás Maduro iba a respetar esos acuerdos. Y, entonces, la situación de Venezuela es complicada.
¿Maduro se ha debilitado internacionalmente?
Por un lado, no cabe duda de que Maduro estás más débil. Hay una posición implícita del gobierno de los Estados Unidos pidiendo que se reconozca como ganador legítimo de las elecciones a González. Y hay una solicitud de la Unión Europea para que se haga una auditoría a los votos. Y hay finalmente una ruptura de relaciones con varios gobiernos de América Latina, entre ellos el Perú. Todo eso muestra que el régimen venezolano está muy debilitado internacionalmente. Pero internamente tiene una gran capacidad represiva. Tiene un millón de milicianos, además de las Fuerzas Armadas y la Policía. Y naturalmente eso es complicado. Uno de los batallones de las milicias chavistas de Maduro, dicho sea de paso, se llama Néstor Cerpa Cartolini (la Unidad Táctica de Combate Néstor Cerpa Cartolini). Ellos tienen milicias, que es una estructura militarizada paralela al ejército.
Un analista venezolano me explicaba que las cabezas del ejército estaban con Maduro, pero no así las bases.
Sí, pero hay que tener en cuenta que el sistema represivo de control ha sido diseñado por los cubanos. Y los cubanos heredaron ese sistema de la U.R.S.S. Y, entonces, hay comités de barrio, comités de cuadra… Es muy difícil, incluso para los militares, insubordinarse. Hace pocos años un grupo de policías se insubordinaron y fueron todos ejecutados en el acto. Es complicado. El Sebin, el Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional de la dictadura, es totalmente leal al régimen.
Como ha sugerido, el rol de Brasil, México y Colombia ha sido fungir de mediadores…
Claro, porque no se puede ser neutral frente a un fraude hecho a la vista de todo el mundo. Fingir neutralidad para ver cuál de los bandos tiene razón es un acto de hipocresía por parte de esos gobiernos, por parte de Lula, Petro y López Obrador.
¿Por qué el apoyo de Estados Unidos ha sido implícito, como usted dice, y no tan explícito?
Bueno, porque los Estados Unidos, por un lado, levantaron ciertas sanciones a Venezuela en el contexto de la guerra de Ucrania, para que así Venezuela pueda suministrar ciertos recursos, como petróleo a Europa. Por una prioridad geopolítica y estratégica, no ideológica, Estados Unidos tiene una doble posición. Por un lado, apoyan a México, Brasil y Colombia en este rol de buenos oficios. Pero, por otro lado, le piden a Maduro que reconozca la victoria electoral de González. Entonces, también hay una ambigüedad en los norteamericanos. No son claros en su posición.
¿Las elecciones en Estados Unidos podrían cambiar el futuro del régimen?
Son posiciones completamente distintas. No hay que olvidarse que Trump quiso desestabilizar Venezuela con estos tres puntos de ayuda humanitaria en las fronteras, con la esperanza de que se produjese una corrida multitudinaria hacia esos puntos que fuera reprimida por las fuerzas de seguridad chavistas, para poder así intervenir. Pero eso no se dio. Y no se dio justamente por el control férreo que tiene el régimen sobre la población con este sistema estructurado por los cubanos en Venezuela.
Un control a todo nivel en barrios, calles, casas…
Es en todos los niveles. Eventualmente eso se desgasta. Pero en Cuba eso no se ha desgastado. Ahí está intacto el régimen desde 1958. Tiene más de medio siglo el régimen cubano. El rol de Cuba es vital. Cuba sostiene a Venezuela. Rusia y la China también, por razones geopolíticas, por la presencia del Caribe. Hay que tener en cuenta que el Caribe, hoy, ya no es un mare nostrum norteamericano. Los países que dominan el Caribe en este momento son Venezuela, Colombia, México, que son países importantes y que cubren geoestratégicamente al Caribe junto con Cuba. Por eso, Rusia manda un submarino nuclear, destructores y fragatas a Cuba, y a pasearse literalmente por las costas de los Estados Unidos. Porque sabe que tiene soporte logístico. Por eso, López Obrador invita a los rusos y a los chinos al desfile militar en México.
¿Cuáles son los escenarios que se abren para América Latina? No suena muy alentador.
América Latina está en una encrucijada geopolítica en la cual hay una escisión del continente entre regímenes que quieren el régimen republicano y regímenes que quieren el socialismo del siglo XXI. Por desgracia, países de gran peso, como es el caso de Brasil y de México, están del lado del socialismo del siglo XXI, de los BRICS y del Foro de Sao Paulo, y son aliados de Irán… No es el caso de la Argentina ni del Perú. Pero son países muy importantes los que sí están de ese lado. América Latina está escindida en dos. Y los Estados Unidos cavilan entre el progresismo socialistoide y el conservadurismo republicano. Hay una crisis muy grande de tipo ideológico y político en Norteamérica y Sudamérica. La presidenta de México ha hablado de diversificar los contactos económicos de México, lo que significa hacer ingresar a Rusia y China, a pesar de que México está integrado a los Estados Unidos y a Canadá a través del NAFTA, el acuerdo de libre comercio norteamericano. Y entonces eso plantea un reto tremendo para los Estados Unidos. Estamos entrando a una nueva era de confrontación.
Hubo una sorpresiva incursión de Ucrania en Kursk. ¿Podría cambiar el curso de la guerra eslava?
No. Fundamentalmente estamos hablando de 200 km de frente, por lo menos. Independientemente de una incursión que está siendo reprimida, además, el frente no se ha movido significativamente desde hace más de un año. Es como la Primera Guerra Mundial. Hay trincheras de los lados. Es muy difícil, con la tecnología de esta época, hacer una ruptura real del frente con operaciones de blindados. Tengo entendido que Ucrania ha perdido más de 40 blindados, sobre todo transportes de tropas, en esta penetración a Kursk, y que han sido detenidos. Es igual que en la Primera Guerra Mundial: el frente está estancado. Para los fines prácticos, y a menos que Ucrania logre dotarse de un nuevo ejército, cosa improbable, el frente está estabilizado y ahí va a quedarse en el futuro inmediato.
No se ve un escenario claro para el fin de la guerra.
Creo que el fin de la guerra no va a ser mediante un tratado de paz. Lo que va a haber eventualmente va a ser un cese del fuego y la creación de una zona desmilitarizada, como entre las dos Coreas. Es el escenario más probable.
“Las reformas planteadas son cosméticas”
¿Cuál debería ser el rol del Perú en esa escisión?
Creo que el Perú tiene que mantenerse fuera del espacio del socialismo del siglo XXI. Es un espacio que solo trae pobreza, miseria, abuso de poder y tiranía. Tiene que mantenerse del lado republicano y realizar elecciones democráticas limpias y periódicas. En ese sentido, ser solidario con Argentina, Chile, Ecuador, Panamá, Uruguay y los países que no están dentro de la estructura chavista. Y formar un bloque frente a aquellos que son partidarios de la alianza sinorusa.
¿Forjar alianzas?
El Perú tiene que forjar alianzas con los países que están en la misma posición que nosotros. Los países partidarios de la democracia representativa, del libre mercado y del régimen republicano. Los países que no aceptan las tesis del plurinacionalismo del Foro de Sao Paulo, ni el socialismo del siglo XXI, ni los regímenes que devienen en dictatoriales y que provienen de esas concepciones. Es enormemente importante mantener una coalición de regímenes democráticos, como se ha visto en el caso de Venezuela. Esa coalición ha llevado a la desesperación al gobierno venezolano, que ha roto relaciones con este grupo de países que han sido liderados por el Perú.
¿Cuál es su balance del rol del canciller en la OEA?
Me pareció que estuvo muy bien. Fue al punto. Es algo que nadie más había dicho en la OEA, que es que había regímenes que con su complicidad mantenían la dictadura venezolana. Ha habido una falsa idea de solidaridad latinoamericana durante las décadas anteriores, de la cual se ha valido Cuba para manipular a todo el continente. Y entonces el canciller ha cortado, a través de esa falacia, y ha dicho las cosas como son. Y eso es enormemente importante.
Sin duda habrá otra gran migración venezolana. ¿Cómo puede prepararse el Perú?
Perú ya no debe aceptar migrantes que no estén acreditados como refugiados. Una cosa con refugiados, otra cosa son migrantes que desbordan las fronteras. El Perú debe salvaguardar sus fronteras, pero debe permitir la migración legal, con documentos, con pasaporte.
¿Cómo manejar las relaciones con China y Estados Unidos en torno al Puerto de Chancay?
Perú tiene que ser riguroso. Tiene que reiterar que el carácter del puerto es exclusivamente comercial y que no tiene uso militar. Eso es lo que les preocupa a los Estados Unidos: la posibilidad de uso dual del puerto. El Perú tiene que reiterar eso las veces que sea necesario.
Se le vio en un evento de Avanza País. ¿Le han ofrecido ser senador?
Bueno, mi hija es congresista de Avanza País y yo soy cercano a mi hija. Simpatizo con la posición de esa bancada. Pero yo no tengo ninguna expectativa ni ambición política.
¿Cómo analiza al actual gobierno?
Esa falta de comprensión de la que hablamos, a pesar de que el gobierno actual no es extremista, sin embargo, alcanza al gobierno actual, que plantea la creación del Ministerio de Infraestructura e incrementa el gasto público y la presión tributaria, pero no desburocratiza ni desregula para poder reactivar la economía. Hay una falta de comprensión respecto a los factores que hacen que una sociedad prospere. Y también hay una falta de definición, excepto en el caso del canciller, Javier González Olaechea. Hay una indefinición política en el gobierno. No está clara cuál es su posición política.
La presidenta desperdició la oportunidad de comandar la oposición a Maduro.
Claro, se ve una falta de determinación en el gobierno, como si no tuviera una dirección definida. Las reformas planteadas, como crear el Ministerio de Infraestructura o cambiarle de nombre al Ministerio del Interior, todo eso es cosmético. Y se necesitan reformas reales rápidamente. Cada cierto tiempo, el sistema requiere ser reexaminado para volverle a dar impulso y velocidad. Y eso no se está haciendo. La economía se ha vuelto muy pesada. Y el crecimiento es muy bajo para un país en vías de desarrollo. Un país en vías de desarrollo que no crece 5% o 6% no cubre sus costos.
“Si fuese elegido, no sé si llegaría al final de su mandato”
¿Cuál es su postura en torno a la pensión de Alberto Fujimori?
Me parece que el indulto equivale al cumplimiento de la condena. Y, por consiguiente, no veo ningún inconveniente en que reciba lo que es un derecho para los expresidentes. Si estuviera en la cárcel, sería otra la historia. Ese indulto equivale a la remisión de la pena. Encuentro que es muy mezquino negarle la prisión al expresidente Fujimori. Francamente no es el momento para estar mezquinando una cosa que por ley le corresponde.
¿Lo ve como candidato, electoralmente hablando?
Es una candidatura complicada por su edad y su estado de salud. Si se presentase y fuese elegido a la edad que tiene, yo no sé si llegaría al final de su mandato.
Recordó al MRTA. Hay un radicalismo que quiere volver en 2026.
El socialismo del siglo XXI lo que quiere es regresar al siglo pasado. Lo que hay es una falta de comprensión del mundo actual, una falta de comprensión por parte de estos sectores extremistas de cómo funciona la economía política del mundo y de las necesidades reales del país.
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