LA ESTRATEGIA OCULTA DE LA “CORRECCION POLITICA”

El pensamiento único de la izquierda, como una neuropatía colectiva, se extiende por las universidades, los colegios, la prensa, las conversaciones mundanas y la mentalidad judicial. Se repite, monótonamente, un discurso de consignas y palabras hechas, para imponer una visión izquierdista y  totalitaria del mundo, asfixiando así la  libertad en la sociedad.

No se trata de un fenómeno peruano, sino internacional. La revolución informativa hace que las consignas del “pensamiento único” se transmitan instantáneamente,  mediante el internet y el cable. No se trata de un debate de ideas, no; en realidad se trata de una agresión constante a la burguesía mundial, caracterizada por la explotación de su preocupación con la conformidad social.

En efecto, las clases medias mundiales tienen terror a no parecer “modernas”, a no estar a la moda, repitiendo por ello las ideas de los escritores y artistas más populares. Buscan así aparecer como “sofisticadas”. La estrategia izquierdista explota este conformismo social y se aprovecha de la burguesía, neutralizándola con un agresivo discurso de falso puritanismo democrático, inculcándole un gran temor a tener ideas propias o inspiradas en el sentido común más elemental.

Como un coro internacional, dirigido por escritores, periodistas y cantantes de rock, las clases medias “bien pensantes” repiten con inconsciente sentimentalismo las palabras “democracia”, “modernidad”, “derechos humanos”, “globalización”, “calentamiento global”, “tolerancia” e “igualdad”, sin darse cuenta de que su contenido ha sido escamoteado, siendo ahora crecientemente intolerante y radicalmente utópico.

Secuestrada y falsificada por una izquierda que hace muy poco se reía abiertamente de todas estas ideas – calificándolas de alienación del sistema capitalista -, la democracia corre el peligro de transformarse definitivamente en el gobierno tiránico de los demagogos, de la oclocracia, como Aristóteles la calificó tan certeramente. Si esto ocurre, las estructuras económicas sufrirán, tarde o temprano, la misma perdida de libertad.
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Condicionados como el perro de Pavlov, que salivaba cuando se prendía una luz roja, las clases medias, amnésicas respecto a su propia historia en el siglo XX, no se dan cuenta de que están siendo indoctrinadas en un “newspeak”, en un nuevo lenguaje cargado de ideología, como en la brillante novela “1984” de George Orwell, la cual es de lectura obligatoria para entender que es lo que está ocurriendo en el mundo de hoy.

Lo que busca la nueva estrategia de la izquierda es imponer, mediante la intimidación verbal y la tergiversación histórica, “su” versión ideológica y torcida de lo que es para ellos la moralidad, la historia, el progreso, la democracia, los derechos individuales, la globalización y la ecología, apropiándose del significado de  estas ideas y acallando todo punto de vista que no les dé la razón. Cualquiera que se oponga a ellos, es calificado de “enemigo”, “antidemocrático”, “machista”, “sexista”, “intolerante”, para luego ser objeto de campañas de odio y censura, tal como en “1984”.

Karl von Clauzewitz decía que el objetivo político de una guerra era imponer la voluntad del Estado al gobierno enemigo. Además, señalaba que el escenario ideal para el general al mando de un ejército de invasión, era ocupar el territorio enemigo sin encontrar resistencia. El pensamiento único neo marxista y liberal de izquierda, busca ocultamente la descalificación anticipada de todo pensamiento que no sea el de ellos, para así conquistar el poder sin resistencia.

El pensamiento único de los neo marxistas y liberales de izquierda, que ellos impúdicamente llaman “corrección política” – como si fueran dueños de la verdad -,  revela la vena siempre totalitaria de la izquierda;  revela esa inclinación verdaderamente inquisidora y  manipuladora de la cual no pueden deshacerse, pues es consubstancial a su visión del mundo. Como dice el proverbio, “aunque la mona se vista de seda, mona se queda”.