¿Cómo explicarse que, en Egipto, varias manifestaciones simultáneas en El Cairo, Alejandría y Port Said, hayan durado diecisiete días sin ningún liderazgo visible, hasta derrocar a Mubarak? ¿Qué nuevo tipo de revolución es esta? Las respuestas a estas interrogantes están en un interesantísimo trabajo de estrategia militar de John Arquilla y David Ronfeld, titulado “Swarming and the Future of Conflict”( Santa Monica, Ca., RAND, National Defense Research Institute, 2000). El título podría traducirse como “Ataques de enjambres y el futuro de los conflictos”.
El “swarming” ( del inglés “swarm”, enjambre), es la estrategia por la cual un enemigo es atacado desde varias direcciones al mismo tiempo por una multitud de personas o unidades militares pequeñas. Lo que hace posible esta estrategia del enjambre son los radios portátiles, la rápida movilidad y los celulares. Mediante estos se consigue que cada grupo o individuo atacante sea realmente autónomo y esté sincronizado perfectamente con las otras unidades, para evitar de este modo el contraataque de un enemigo desconcertado.
Arquilla y Ronfeld afirman que el “swarming” es la estrategia militar de elección para quienes están en inferioridad de condiciones frente a un enemigo más fuerte. Por ello, recomiendan esta nueva estrategia a las autoridades de defensa norteamericanas. Después de estudiar los movimientos de protesta exitosos, tal como mayo de 1968 en París, también consideran el gran potencial no militar de esta técnica, mediante la cual “enjambres” de opositores, descentralizados pero conectados, atacan como miles de abejas a un gobernante enemigo.
Todos hemos visto en “Animal Planet” como los leones, los lobos y los tiburones, entre muchas otras especies de depredadores, atacan en enjambre para capturar a sus presas. Las abejas y las avispas lo hacen para defenderse. Como vemos, esta técnica del “swarming” es también válida para las multitudes humanas. Es una estrategia que golpea duramente al régimen atacado, pues este no puede determinar la dirección de los ataques ni el número de sus oponentes, desconcertando a los gobernantes e introduciendo en sus espíritus confusión, al no poder individualizar a sus enemigos.
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Schoen descubrió que Milosevic no resistiría una elección contra un oponente unitario y bien organizado. La vulnerabilidad de Milosevic, según los “focus groups”, era la unidad de la oposición. Con esta información y al grito de “Gotov Je” (“Está acabado”), centenares de estudiantes provistos de celulares fueron lanzados a las calles y organizaron manifestaciones, tal como ahora lo han hecho los tunecinos y los egipcios. En su artículo, Dobbs asegura que el derrocamiento de Milosevic costó 41 millones de dólares a los contribuyentes norteamericanos.
El éxito del “swarming” fue tal en Serbia, que luego se imitó con éxito en la República de Georgia, vecina de Rusia, en el 2002. Idéntico resultado se obtuvo en la “Revolución Naranja” del 2003, en Ucrania. En todos los casos, los organizadores han permanecido en la sombra aún después de la victoria. En enero y febrero de este año, la estrategia del enjambre ha derrocado a los dictadores de Túnez y Egipto, extendiéndose ahora a Argelia, Yemen, Bahréin e Irán. Esta novísima metodología de la movilización de turbas, con celulares, encuestas, internet y “focus groups”, nos da una clave para apreciar cómo se desenvolverán las relaciones internacionales en el siglo XXI.
Agregar esta regla a las 48 reglas de Poder de Robert Greene.
Una aplicación más para Internet y las nuevas herramientas de comunicación
Buena observación. Fué una visión clara de la nueva tecnología lo que permitió utilizarla para la guerra y la política. Siempre hay que estudiar las ultimas tecnologías para entender el signo de los tiempos.
Buena explicación sobre los problemas que suceden en estos países islámicos, con esta nueva forma de crear conflictos será muy fàcil para las potencias manejar sus intereses, lo mejor que puede hacer un paìs frente a este nuevo enfoque , es consolidar su cohesiòn social, dado que la mayoria de los países mencionados tenían y tienen enormes diferencias internas sobre religión, etnia, concepción del mundo etc.
Tiene razón. La cohesión social la recibimos de la justicia y la libertad.
En el libro Legado de cenizas: la historia de la CIA, de Tim Weiner, el autor se cansa de describir como la CIA desde su creación financiaba todo tipo de revueltas para derrocar gobiernos que no eran de su agrado. Luego de leer ese libro mi visión de cualquier manifestación en el mundo, ha dejado de ser un hecho patriótico, para ser uno organizado y muy bien financiado.
PD: Excelente blog…lo descubrí hoy!
Tiene razón. En el mundo actúan constantemente grandes fuerzas materiales que no estan en las primeras planas.